Existen en el mundo numerosos hoteles que por su antigüedad y encanto se han transformado en iconos de elegancia y estilo, además de ser muchos de ellos toda una leyenda ya que han albergado grandes personalidades de todas las épocas.
Muchos de esos hoteles son antiguas glorias que han logrado permanecer casi intactos a pesar del paso del tiempo, como es el caso del Ritz de París un establecimiento frecuentado por personajes famosos de todos los ámbitos de la cultura, el arte y la política.
Así, el Ritz de París fue testigo de grandes acontecimientos de la historia incluyendo la Segunda Guerra Mundial cuando los nazis se instalaron en el bar del establecimiento o cuando su director logró salvar la rica bodega del lugar diciendo a los soldado que se trataba de la reserva personal de Göring, Ministro de las Fuerzas Aéreas del Reich conservando intactos una gran variedad de vinos y champañas añejos.
Situado en plena Plaza Vendome, el Ritz es un majestuoso palacio y un emblema de París, inaugurado en 1898 por César Ritz fue también el lugar donde Coco Chanel vivió durante décadas o el elegido para protagonizar la historia de amor entre Audrey Hepburn y Gary Cooper en la película Ariane de Billy Wilder.
Las lujosas habitaciones del Ritz están suntuosamente decoradas y disponen de espléndidos baños de mármol, mientras que las suites cuenta con confortables zonas de estar donde abundan los detalles y objetos de estilo Luis XVI.
Una gran piscina recrea un baño romano y allí funciona también el spa del hotel, mientras que el restaurante L'Espadon, distinguido con dos estrellas Michelin, se especializa en gastronomía internacional y ofrece una selección de más de mil vinos, en tanto que el bar Vendome, situado en un patio interior, es el lugar ideal para relajarse y disfrutar de un cóctel.
El establecimiento cuenta también con sauna, centro de bienestar y masajes, hammam y bañera de hidromasaje, servicios de bar y desayuno en la habitación, servicio gratis de internet WiFi disponible en las zonas comunes, parking privado en el establecimiento, salas de reuniones, centro de negocios y hasta tienda de recuerdos.
Imposible no percibir la historia al ingresar al hall del hotel Ritz de París al que se repite al recorrer sus lujosos interiores donde abundan las antigüedades y recordar esos viejos tiempos donde el glamour y el lujo eran como hoy sinónimo de un alojamiento inolvidable.
