Un importante e histórico enfrentamiento entre el ejercito romano de Julio César y el de los galos de Vercingétorix tuvo lugar allá por el sigo 52 a.C, una batalla famosa en la época que hoy es posible revivir haciendo una visita al Museo y Parque Arqueológico Alésia.
Un gran Centro de Interpretación propone a los visitantes recorrer la historia a través de reproducciones a tamaño real de los acontecimientos ocurridos durante la conquista de la Galia por los romanos, incluyendo objetos antiguos, películas, maquetas y tecnología multimedia.
La antigua ciudad de Alésia ha sido representada en el Centro de Interpretación construido en la borgoña francesa muy cercano a la aldea de Alise-Sainte-Reine, una comuna ubicada a solo 50 kilómetros de Dijón.
En tamaño natural existen en este espacio histórico cien metros de fortificaciones romanas, además de toda una tropa totalmente reconstruida que permite descubrir cómo era la vida en un campamento romano, a través de la visita guiada que recorre este museo de forma cilíndrica con detalles de madera en su exterior y dividido en dos sectores en el interior.
Justo en la colina donde fue el lugar del legendario combate entre romanos y galos está representada la misma, mientras que en interior del museo se relata cómo fue la batalla y también sus causas y consecuencias, incluyendo una terraza donde existen robles y abedules y ofrecen una magnífica vista panorámica del monte Auxois.
La visita guiada por el Museo y Parque Arqueológico Alésia tiene una duración aproximada de tres horas y tras el recorrido el público tiene la posibilidad de visitar también la estatua de Vercingétorix cuya reproducción se encuentra cerca del monte Auxois, lugar donde ocurrió precisamente la última batalla que enfrentó a Galos y Romanos. La estatua fue encargada por Napoleón III al escultor Aimé Millet y se trata de un gran monumento de más de seis metros de altura realizado en chapa de cobre inaugurado en 1865.
La original fortaleza de Alésia se encontraba en la cumbre del monte Auxois siendo hoy posible admirar también las antiguas murallas romanas que fueron reconstruidas en parte y dentro de la visita se incluye no solo conocer el campamento romanos sino ver los entrenamientos que hacían los soldados a través de demostraciones de combates y maniobras.
Un espacio cultural e histórico increíble que no puede dejar dentro de los sitios a visitar por los viajeros que recorren la región de Borgoña en Francia.
