Desde magníficos acantilados la pequeña ciudad de Miranda del Duero sirve de custodia a este famoso río que le otorga un marco y encanto especial.
Tranquila, elegante y cuidada en cada detalle todo invita a recorrer esta ciudad y pasar días de relax visitando sus sitios y monumentos más emblemáticos.
Perteneciente al distrito de Braganza, cuenta con unos siete mil habitantes que forman parte de un municipio que se extiende a la vera del Duero y es uno de los destinos turísticos más visitados en Portugal después de su capital Lisboa.
Sus calles y plazas presentan una arquitectura elegante y armoniosa donde el empedrado le brinda características especiales.
Una gran variedad de comercios invitan a una tarde de paseo y compras, en tanto que su gastronomía resulta también un atractivo para los aficionados gourmets que visitan la ciudad.
Con una extensa historia que la muestra como lugar dominados por los árabes y reconquistada por los reyes asturleoneses, una rivalidad religiosa Miranda fue sede episcopal y en el siglo XVIII se unió al municipio de Braganza.
Los conflictos religiosos trajeron a la ciudad muerte y desolación en el contexto de la denominada guerra de los Siete Años que hundió a la ciudad en un problema económico y social del que sin embargo la ciudad pudo salir y florecer nuevamente, sobre todo a partir de la apertura de la frontera.
Entre sus monumentos más significativos se encuentra la Catedral de Miranda do Douro construida durante el siglo XVI, sobre las ruinas de una pequeña iglesia preexistente, destacándose su fachada con un aire sólido y estable, además de un interior de tres naves en las que puede admirarse una colección de altares tanto barrocos como renacentistas.
Otras iglesias más pequeñas pero que vale la pena conocer son la de los Trinos, de estilo barroco, la de la Misericordia cerca del postigo de la Barca y la iglesia de la Santa Cruz, construida en el siglo XVII.
Las ruinas del Castillo de Miranda do Douro, que nunca fue reconstruido, muestra una fortaleza de planta rectangular con ruinas que aún permanecen en un buen estado de conservación, destacándose parte de los lienzos y de la torre del Homenaje.
Por último y como referencia a la identidad de Miranda del Duero el Museo de la Tierra de Miranda, posee una interesante cantidad de elementos de interés, desde piezas arqueológicas de la zona a cerámica. Interesantes elementos etnográficos, un verraco prehistórico y diversos elementos agrarios.