La antigua y famosa Pompeya fue una antigua ciudad romana que sufrió una gran tragedia al ser devastada por las lavas del volcán Vesubio situado frente a la bahía de Nápoles.
En agosto del año 79 dC. la erupción del Vesubio sepultó dos ciudades romanas Herculano y Pompeya, quedando ambas intactas bajo la lava petrificada de este gigante.
Recién en el siglo XVI fueron descubiertas ambas poblaciones pero las excavaciones de forma sistemática comenzaron recién a partir del año 1738.
En la actualidad ambas ciudades son emplazamientos arqueológicos de gran interés histórico que permiten conocer tanto la cultura como la vida romana en la Edad Antigua, siendo el Vesubio uno de los volcanes activos considerado como de los más peligrosos del mundo.
La antigua ciudad de Pompeya es visitada cada año por miles de turistas en un recorrido que descubre cada rincón de este emplazamiento famoso en todo el mundo.
Recorrer en su totalidad la antigua Pompeya puede llevar unas seis horas dadas sus enormes dimensiones y la variedad de sitios interesantes para descubrir y admirar.
Existen diferentes accesos para ingresar a la ciudad siendo la principal la denominada como Puerta Marina a la que se llega en el tren Circumvesuviano desde la misma ciudad de Nápoles.
Para aquellos que también deseen conocer los restos arqueológicos de Herculano pueden adquirir la entrada combinada que permite ver también otros antiguos enclaves romanos que existe en la zona.
Recorrer las calles de Pompeya es un verdadero viaje al pasado conociendo sus antiguos monumentos y hasta entrar en sus casas, llegar hasta la gran explanada del antiguo Foro de Pompeya o el magnífico Anfiteatro, mientras que en el Antiquarium, se encuentran personas y animales que fueron sorprendidos por la erupción del Vesubio, con escenas que impactan por su realismo.
Interesantes también de conocer son las Termas Estabianas con sus antiguas bañeras y piscinas, el Mecellum el típico mercado romano, la Casa del Fauno, la Basílica, y el templo de Apolo.
Los famosos Frescos de Pompeya forman parte del recorrido sobre todo aquellos que se encuentran en la casa de Octavius Quartio o en la Casa de la Venus, sin embargo, los más espectaculares frescos se encuentran en la calle principal llamada Vía de la Abundancia punto donde se encontraban la mayor parte de los comercios de la ciudad, donde también se encuentran las denominadas thermopolia que no son otra cosa que bares y tabernas en las que aún hoy se conservan las barras y tinajas
Por último, imprescindible conocer también la Casa de Loreius Tiburtinus, perteneciente al sacerdote de la diosa Isis, permite recorrer sus habitaciones y admirar diversas inscripciones en latín además de escenas de la Iliada y varios fragmentos de la leyenda de Hércules.