El Castillo de Malmaison situado a solo 12 kilómetros de la ciudad de París, fue en sus orígenes una pequeña fortaleza sin demasiados adornos hasta comienzos del siglo XVIII, cuando sería totalmente reformado ganando colores intensos y formas arquitectónicas más clásicas, volviéndose elegante y majestuoso.
En la actualidad esta hermosa construcción situada en la ciudad de Rueil-Malmaison, departamento de Hauts-de-Seine, mantiene toda la belleza de la época en que era el lugar de residencia de la primera esposa de Napoleón Bonaparte.
Fue precisamente Josefina quien compró el castillo en 1799 cuando el lugar era una finca antigua y rodeada de bosques y prados y debió gastar una fortuna en obras de remodelación.
El castillo posee revestimientos en los que se destacan aplicaciones doradas y decoraciones murales inspiradas en Pompeya y Herculano, un sitio suntuoso con mobiliario de inspiración clásica realizada por reconocidos diseñadores de la época hicieron del lugar uno de los sitios más bellos de la región.
Tanto animales domésticos como exóticos traídos de diversos lugares del mundo pasaron a habitar el lugar junto con un invernadero donde Josefina se dedicaba a cultivar plantas nuevas que hasta la época no existían en Francia.
Cuando Napoléon y Josefina se separaron el castillo pasó a ser propiedad de ésta junto con todas las colecciones de arte, pasando después de su muerte por varios dueños hasta que en 1904 fue donado al Estado inaugurándose un museo en 1906.
La fachada fue reconstruida como también el Pabellón de los vehículos donde hoy pueden verse esculturas que formaban parte de la decoración del parque, en tanto que en el interior del castillo pueden recorrerse los espacios que han sido acondicionados guardando las formar originales de la época en que Josefina y Napoleón lo habitaran.
Entre los espacios más destacados se encuentran el salón de música, la biblioteca, el salón de Billar y el salón comedor, además del apartamento que ocupaba Josefina donde se encuentra una hermosa colección de porcelana propiedad de la emperatriz.
El Castillo de Malmaison se encuentra abierto al público y abre sus puertas diariamente ofreciendo visitas guiadas que recorren toda la propiedad.